En la lectura
de Genesis, leemos que Adan “le puso por nombre Eva a su mujer, porque ella era
la madre de todos los vivientes”. Pero,
sabemos que el pecado de Adan y Eva nos condena a la muerte. El “fruto”, la consequencia, de sus desobediencias
fue la muerte para todos! Por eso, vivimos
con miedo perpetuo de la muerte, de Dios, y de los demas.
Peró, alegrate! Hoy celebramos la fiesta
que inicia nuestra salvación! La
santisima Virgen Maria fue concebida sin pecado para prepararla para ser Madre
de nuestro salvador, Jesucristo. Maria,
como Eva, fue una mujer libre de pecado.
Dios, en una accion unica, creo a Maria sin el pecado de Adan y
Eva. Pues, cuando era mujer, Maria,
libremente, dijo a Gabriel “He aquí la sierva del Señor; hágase en mi conforme
a tu palabra.” En ese momento, Maria,
como una Eva nueva, aplastó la cabeza de la serpiente en comunión con la gracia
de su hijo Jesus.
En contraste con Eva, Maria no buscó su proprio voluntad. Por lo tanto, el fruto de su “si” fue nuestra
salvación, el nacimiento de nuesto Salvador, Jesucristo que fue crucificado y
resucitado por nosotros. Maria recibió
el fruto de la salvación de Cristo en el momento de su concepción, peró Dios
nos invita a recibir este mismo fruto.
Es por eso que tenemos los sacramentos.
Nuesto bautismo nos libera de todos los pecados, y la reconciliación nos
lava de nuevo cuando pecamos contra Dios.
Aún
más increíble es el hecho de que Jesús nos da su Cuerpo y Sangre - el verdadero fruto de la vida eterna! Ven, confiesa tus pecados a Dios y recibe su misericordia en este altar! El verdadero árbol de la vida, la cruz, ha dado su fruto en la Eucaristía - Ven y conoce el amor que Dios tiene para ti.
Que
la Virgen María, la Inmaculada Concepcion y nuestra madre, ruegue por nosotros, para que podamos amar a Jesús mas que cualquier otra cosa y que podamos vivir con Él para siempre. Amen